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  • Cristina Blanco

MARE OF EASTTOWN – NO ES UN BUEN MOMENTO.

Actualizado: 30 ago 2021

LO QUE PENSÉ MIENTRAS VEÍA ‘MARE OF EASTTOWN’ (SIN SPOILERS)

 

Vistos los dos primeros capítulos de Mare of Easttown (los dos que se han estrenado) no me siento preparada para hablar de la serie… pero lo voy a hacer igualmente. Está claro que me falta información y que no conozco la historia completa y es más que probable que todas las cosas que me quedan por descubrir cambien la opinión que tengo hasta el momento de ella y de su trama. De hecho, son más las cosas que todavía desconozco que las que ya sé pero si solo pudiésemos hablar de las cosas que conocemos a la perfección se nos reducirían escandalosamente los temas de conversación y nuestras sobremesas serían mucho más aburridas. Hablar de una serie cuando solo has visto dos capítulos es igual que charlar del problema que has tenido esta mañana con tu compañero de piso y que todavía no sabes cómo acabará. si cuando volváis a casa esa noche seguiréis discutiendo sobre a quién le tocaba barrer el salón o haréis las paces mientras os hacéis la cena.


Mare (hasta ahora) es una de esas detectives solitaria, cínica y atormentada por sucesos del pasado que intentará resolver el caso que se plantea en el primer episodio siguiendo sus propias reglas. Una figura tan común en los dramas policiacos que todos esos policías marginados, o automarginados, dentro de su comunidad ya son suficientes como para organizar una reunión anual para personajes como ellos y socializar por lo menos una vez al año contándose sus problemas comunes.

Mare esté hasta las narices de todo el mundo y es perfectamente entendible, yo también lo estaría si toda mi familia ya supiese que mi ex (y vecino) se vuelve a casar y me tuviese que enterar a través de mi madre la noche en la que van a anunciar su compromiso, y para colmo parte de MI familia está invitada a la celebración. En lugares tan pequeños donde todo el mundo se conoce es imposible desvincularse de ningún tema, una comunidad tan reducida te obliga a confrontar constantemente todo, especialmente aquello de lo que quieres olvidarte. «It’s just not really a good time» (no es un buen momento) responde Mare cuando le piden una cita el día en el que el cuerpo de una adolescente amiga de su hija aparece sin vida en el río. Claramente no, no es el mejor de los momentos para salir por ahí a ligar pero en una ciudad donde no paran de pasar cosas y todo acaba afectándote personalmente porque todo el mundo está conectado de una manera u otra ¿cuándo va a ser un buen momento? La respuesta la tenemos minutos después cuando vemos a Mare rebuscando entre su maquillaje una barra de labios que no esté sucia y destrozada o que no sea de un color que ya no se pone desde hace por lo menos diez años. Ese «buen momento» es muy difícil de encontrar.

Me descubro como una de esas que de vez en cuando fantasea con mudarse a un pueblo pequeño tranquilo y pintoresco donde hacer desaparecer todos mis problemas de chica de ciudad. Easttown me ha reventado un poco el ideal, mostrándome que el cambio de escenario no acabaría con mi ansiedad solo trasformaría lo que la desencadena y en vez de ser el bullicio de los coches pitando insistentemente para entrar en una rotonda sería la alta probabilidad de encontrarme con todo el pueblo en la única gasolinera del municipio. Igual cuando se resuelva el asesinato y no parezca que todos lo personajes ocultan algo o tienen rencillas que resolver con sus vecinos, familiares, amigos y/o compañeros de trabajo o instituto (ya digo que en estos sitios las relaciones encajan en más de una casilla) me reconcilie con la idea de retirarme a un lugar donde todo el mundo se conoce, no lo sé. A ver qué sucede.




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